Indiferencia, descalificaciones, celos, competitividad y agresividad son algunas de las conductas que suelen ser motivos frecuentes de consulta en terapias de pareja. Expertos entregan consejos para revertir estos conflictos. Débora Gutiérrez A.
Son horas de sueño perdidas e interminables discusiones. Es que los conflictos en la pareja parecen ser inagotables cuando la relación está en problemas. "Pero tenemos que partir desmitificando la idea de la 'pareja perfecta', porque hasta las relaciones más saludables atraviesan por crisis", asegura a "El Mercurio" el psicólogo y terapeuta argentino Bernardo Stamateas, que las identifica en su nuevo libro "Pasiones tóxicas".
El especialista postula allí que son algunas conductas tóxicas, que se consolidan al interior de un vínculo, las responsables de destruir el afecto y de predisponer al quiebre definitivo, pero no las crisis. Actitudes que, por lo demás, suelen resultar motivo de consulta y que son identificadas como dinámicas conflictivas durante las sesiones, asegura Soledad Torres, terapeuta del centro de atención psicológica Reencantar.1. La indiferencia
Esta conducta es un motivo de ruptura más poderoso que la infidelidad. En efecto, dice Stamateas, la rutina es el más silencioso de los enemigos de la pareja. Y cuando este "hábito" se instala, dice, la relación se estanca.
Soledad Torres, en tanto, señala que la indiferencia es contraria a los elementos que constituyen el "combustible" del amor: la admiración y el cariño. Para salvar la relación, por tanto, es indispensable mantener la complicidad y permitirse espacios para estar solos, sorprenderse e inventar nuevas rutinas.
2. Descalificación como rutina
Cuando la pareja se encuentra en un momento crítico, las descalificaciones son constantes. Es una dinámica dañina que suele anticipar una ruptura, asegura Stamateas. Para la sicóloga chilena, esta actitud evidencia falta de afecto por el otro; sin embargo, en la práctica clínica se ven personas que no son conscientes de su descalificación hacia su pareja. Por lo que resulta vital que quien se siente menospreciado muestre explícitamente lo mal que lo pasa con esa "dinámica".
3. Un amor competitivo
Este tipo de actitud es muy contemporánea y responde, en parte, al juego de poder en parejas jóvenes, donde ambos se enfrentan en igualdad de condiciones. Sin embargo, esto dificulta funciones esenciales para un vínculo saludable como pedir ayuda, cuidarse, pedir perdón, etc. "Las parejas inteligentes se ayudan mutuamente, no compiten, más bien se complementan. Saben cuál es el sueño del otro y lo ayudan a que se haga realidad", dice el psicólogo argentino.
4. Obsesión por el otro
Los celos, según el autor argentino, es una actitud peligrosa en la medida en que el "controlado" es manipulado por su pareja y confunde ese control con amor. Una sana relación, agrega la sexóloga y terapeuta del centro Ikastola Renata Ortega, debiera basarse en la confianza, en la convicción de que el otro no me engaña, que me mantendrá al tanto de lo que le sucede, que será leal y mi aliado. El espacio de confianza se construye con la comunicación, el conocimiento mutuo y con reglas de lealtad.
5. Sexualidad tóxica
La insatisfacción sexual en la pareja, la cero comunicación de lo que el otro quiere en el terreno sexual, mata literalmente la pasión. Aunque los expertos concuerdan que cada cual debe poner énfasis en la experiencia sexual, en general, se debiera buscar una conexión afectiva a través del sexo. Por eso, un sexo satisfactorio, dice Renata Ortega, se obtiene al sentirme aceptado por la pareja con su historia de aprendizajes, con necesidades y respetando las preferencias.
"La vida sexual no es una para todos. Ésta se construye, se negocia, se juega y se revisa cada cierto tiempo", asegura la sexóloga.6. Actitud infiel
Las relaciones basadas en la infidelidad acaban con la confianza en la pareja y deterioran el amor. Las consecuencias de este comportamiento suelen ser muy difíciles de superar para quien se siente "traicionado", por eso, aconseja el terapeuta argentino, el mejor camino es evitar la infidelidad, pero si ésta sucede, ambos deben estar dispuestos a reinventar la relación.
7. El factor dinero
"Hay parejas que se llevan bien en todas las áreas, pero cuando surge un problema con dinero, prácticamente 'se matan'. En lo social se espera de un hombre que tenga éxito en el trabajo, en la conquista de grandes metas. De no llegar a concretar estos 'deberes', los vivirá como grandes fracasos y eso impacta en la pareja", señala Stamateas. Por eso es importante, agrega, tener en claro las prioridades, es decir, saber qué cosas no resignar y qué cosas sí podrían esperar, y establecer acuerdos en este sentido.
8. Relación explosiva
Agredirse en cada discusión y hacer del día a día una guerra de insultos es una de las actitudes tóxicas que arruinan los matrimonios o la relación de pareja. Si bien las discusiones son necesarias, no se puede dar una dinámica donde una parte de la relación se siente víctima y la otra se convierte en agresor. "Las relaciones con emociones explosivas suceden, en general, con personas inseguras que quieren mantener el control sobre la otra", dice Stameteas. ¿Se puede revertir? Sí, pero deteniendo el círculo de agresiones y discusiones. Se recomienda terapia de pareja.
9. Rigidez de roles
El sicólogo Bernardo Stamateas plantea que una familia es un equipo donde todo el mundo apoya desde sus talentos. Esto debido a que la última de las "actitudes tóxicas" que matan el amor es la rigidez en las posturas y en los roles. Por eso, aconseja el experto, es importante entender el contexto en el que fue criada la pareja y a partir de ahí llegar a acuerdos. Actualmente, concuerdan los expertos, el compartir roles es la medicina más efectiva para un buen matrimonio.
http://diario.elmercurio.cl/2010/07/17/ciencia_y_tecnologia/ciencia_y_tecnologia/noticias/26f41d88-e705-4469-8fa2-80903ad43b75.htm
Son horas de sueño perdidas e interminables discusiones. Es que los conflictos en la pareja parecen ser inagotables cuando la relación está en problemas. "Pero tenemos que partir desmitificando la idea de la 'pareja perfecta', porque hasta las relaciones más saludables atraviesan por crisis", asegura a "El Mercurio" el psicólogo y terapeuta argentino Bernardo Stamateas, que las identifica en su nuevo libro "Pasiones tóxicas".
El especialista postula allí que son algunas conductas tóxicas, que se consolidan al interior de un vínculo, las responsables de destruir el afecto y de predisponer al quiebre definitivo, pero no las crisis. Actitudes que, por lo demás, suelen resultar motivo de consulta y que son identificadas como dinámicas conflictivas durante las sesiones, asegura Soledad Torres, terapeuta del centro de atención psicológica Reencantar.1. La indiferencia
Esta conducta es un motivo de ruptura más poderoso que la infidelidad. En efecto, dice Stamateas, la rutina es el más silencioso de los enemigos de la pareja. Y cuando este "hábito" se instala, dice, la relación se estanca.
Soledad Torres, en tanto, señala que la indiferencia es contraria a los elementos que constituyen el "combustible" del amor: la admiración y el cariño. Para salvar la relación, por tanto, es indispensable mantener la complicidad y permitirse espacios para estar solos, sorprenderse e inventar nuevas rutinas.
2. Descalificación como rutina
Cuando la pareja se encuentra en un momento crítico, las descalificaciones son constantes. Es una dinámica dañina que suele anticipar una ruptura, asegura Stamateas. Para la sicóloga chilena, esta actitud evidencia falta de afecto por el otro; sin embargo, en la práctica clínica se ven personas que no son conscientes de su descalificación hacia su pareja. Por lo que resulta vital que quien se siente menospreciado muestre explícitamente lo mal que lo pasa con esa "dinámica".
3. Un amor competitivo
Este tipo de actitud es muy contemporánea y responde, en parte, al juego de poder en parejas jóvenes, donde ambos se enfrentan en igualdad de condiciones. Sin embargo, esto dificulta funciones esenciales para un vínculo saludable como pedir ayuda, cuidarse, pedir perdón, etc. "Las parejas inteligentes se ayudan mutuamente, no compiten, más bien se complementan. Saben cuál es el sueño del otro y lo ayudan a que se haga realidad", dice el psicólogo argentino.
4. Obsesión por el otro
Los celos, según el autor argentino, es una actitud peligrosa en la medida en que el "controlado" es manipulado por su pareja y confunde ese control con amor. Una sana relación, agrega la sexóloga y terapeuta del centro Ikastola Renata Ortega, debiera basarse en la confianza, en la convicción de que el otro no me engaña, que me mantendrá al tanto de lo que le sucede, que será leal y mi aliado. El espacio de confianza se construye con la comunicación, el conocimiento mutuo y con reglas de lealtad.
5. Sexualidad tóxica
La insatisfacción sexual en la pareja, la cero comunicación de lo que el otro quiere en el terreno sexual, mata literalmente la pasión. Aunque los expertos concuerdan que cada cual debe poner énfasis en la experiencia sexual, en general, se debiera buscar una conexión afectiva a través del sexo. Por eso, un sexo satisfactorio, dice Renata Ortega, se obtiene al sentirme aceptado por la pareja con su historia de aprendizajes, con necesidades y respetando las preferencias.
"La vida sexual no es una para todos. Ésta se construye, se negocia, se juega y se revisa cada cierto tiempo", asegura la sexóloga.6. Actitud infiel
Las relaciones basadas en la infidelidad acaban con la confianza en la pareja y deterioran el amor. Las consecuencias de este comportamiento suelen ser muy difíciles de superar para quien se siente "traicionado", por eso, aconseja el terapeuta argentino, el mejor camino es evitar la infidelidad, pero si ésta sucede, ambos deben estar dispuestos a reinventar la relación.
7. El factor dinero
"Hay parejas que se llevan bien en todas las áreas, pero cuando surge un problema con dinero, prácticamente 'se matan'. En lo social se espera de un hombre que tenga éxito en el trabajo, en la conquista de grandes metas. De no llegar a concretar estos 'deberes', los vivirá como grandes fracasos y eso impacta en la pareja", señala Stamateas. Por eso es importante, agrega, tener en claro las prioridades, es decir, saber qué cosas no resignar y qué cosas sí podrían esperar, y establecer acuerdos en este sentido.
8. Relación explosiva
Agredirse en cada discusión y hacer del día a día una guerra de insultos es una de las actitudes tóxicas que arruinan los matrimonios o la relación de pareja. Si bien las discusiones son necesarias, no se puede dar una dinámica donde una parte de la relación se siente víctima y la otra se convierte en agresor. "Las relaciones con emociones explosivas suceden, en general, con personas inseguras que quieren mantener el control sobre la otra", dice Stameteas. ¿Se puede revertir? Sí, pero deteniendo el círculo de agresiones y discusiones. Se recomienda terapia de pareja.
9. Rigidez de roles
El sicólogo Bernardo Stamateas plantea que una familia es un equipo donde todo el mundo apoya desde sus talentos. Esto debido a que la última de las "actitudes tóxicas" que matan el amor es la rigidez en las posturas y en los roles. Por eso, aconseja el experto, es importante entender el contexto en el que fue criada la pareja y a partir de ahí llegar a acuerdos. Actualmente, concuerdan los expertos, el compartir roles es la medicina más efectiva para un buen matrimonio.
http://diario.elmercurio.cl/2010/07/17/ciencia_y_tecnologia/ciencia_y_tecnologia/noticias/26f41d88-e705-4469-8fa2-80903ad43b75.htm
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