Pastor evangélico y best seller de autoayuda, promueve el liderazgo en políticos, empresarios y farándula. Manejar la ira.
Por Alejandro Bellotti
La oficina que Bernardo Stamateas habita, ocupa apenas unos metros del colosal bloque que integran un bellísimo templo –hoy bautizado Ministerio Presencia de Dios– y la Fundación Volver a Empezar. Como fuere, el edificio es una efervescente fábrica de entrenamiento espiritual. En sus arterias, sermones, charlas, reuniones y talleres componen un carrusel radiactivo en el que se combaten desde el tabaquismo hasta la violencia doméstica, y se potencian el liderazgo y la autoestima.
Los pasillos están forrados con carteleras inmensas, cada una con decenas de tips: “Si no crecés, siempre habrá alguien que decida por ti”; “De acuerdo con tu nivel de estima será tu nivel de conquista”. Y Stamateas relata el frenético raid por el interior del país que cada semana engorda su programa de millas.
Noticias: ¿Cómo vive el éxito?
Bernardo Stamateas: Feliz, y me pone muy contento cuando la gente me comenta que alguno de mis libros la ayudó, o puso en práctica determinado principio para propiciar un cambio.
Noticias: ¿Se considera un líder espiritual?
Stamateas: Yo creo que todos nacimos para ser líderes y que el liderazgo tiene que ver con la capacidad para generar cambios, transmitir la misión. Para eso hay que provocar entusiasmo y motivación.
Noticias: Para alcanzar la meta.
Stamateas: ¡Exacto! Es que en Latinoamérica nos cuesta pensar en esos términos, porque tenemos pensamiento abstracto. Le preguntás a alguien: ¿qué querés? Y responde: “Paz”. Y eso está bien, es noble, pero no puede ser una meta, porque no es medible. A los latinos nos gusta filosofar, pero nos falta mezclarlo con un poco de pragmatismo. Un americano me dijo una vez: “Ustedes los argentinos son fantásticos en analizar problemas, pero pésimos en dar soluciones”.
Noticias: ¿Y por qué ocurre eso?
Stmateas: Porque una de las herencias que tenemos en Latinoamérica es la queja, un displacer que inventamos por la culpa que tenemos, que nos vino arraigada con la religión, la cultura y la familia. Esa culpa que dice: tenés que sufrir, tenés que pelear. ¿Cómo estás? Batallando, peleándola… Cuando a alguien le va bien, la gente dice ¿qué habrá hecho? En los países del Primer Mundo, cuando a alguien le va bien, dicen: ¡Cómo trabajó este!
Noticias: De modo que usted, con un método made in USA, introduce un mensaje aprehensible para cualquiera en estas pampas...
Stamateas: Claro, hace años que distintos autores en los Estados Unidos trabajan en este sentido. Yo lo hago con sencillez y vinculado con lo nuestro. Insisto en que hay que ponerse metas. Me gustaría transmitir los conceptos dentro de ámbitos como la política y el mundo empresarial, para que la gente desate la capacidad de liderazgo.
Noticias: Coaching.
Stamateas: Sí, eso me gusta mucho. Bueno, ahora me llaman muchos intendentes para dar charlas de liderazgo. Hay un despertar de la política por el liderazgo, para saber transmitir la idea, motivar al grupo y saber que si no se hace en equipo, se fracasa.
Noticias: ¿Qué le aconseja a los políticos que visita?
Stamateas: Que no hablen mal de la oposición, que hablen de ellos y que se superen a sí mismos; que trabajen para darle soluciones a la gente. Fíjese que gran parte de los diálogos políticos son agresiones, y hay que salir de eso.
De chico, Stamateas soñó con ser clarinetista de jazz (“¡A lo Benny Goodman!”), pero al terminar el secundario se decidió por la psicología, lo que años después complementó con un intenso seminario en la Iglesia Bautista. Se especializó en sexología con el doctor Juan Carlos Kusnetzoff en el hospital de Clínicas y a comienzos de los '90 fue nombrado por su congregación como pastor de la iglesia que hoy comanda. Luego de publicar una treintena de libros exclusivos para teólogos, decidió “salir de la cajita de zapatos” y escribió “Resultados Extraordinarios”, libro recomendado por la periodista Marisa Brel para la biblioteca de la casa de Gran Hermano 2007. A partir de ahí se encumbró en una escalada mediática que lo convirtió en uno de los autores más vendidos y diversificados del mercado local. Desde el 14 de julio pasado, revista Caras lanza la colección Superación Personal, seis CDs y seis guías que Stamateas compuso especialmente. Una nueva oportunidad para saber más de quien quiere extirparle la toxicidad al mundo.
Noticias: ¿No siente a veces que el fenómeno que creó se le fue de las manos?
Stamateas: No me doy cuenta, o no me quiero dar cuenta. Cuando voy al interior y veo que miles de personas van a verme y firmo cientos de autógrafos… Todavía no aterrizo. Pero delego, a psicólogos, a amigos, a pastores. Conformé un muy buen equipo de trabajo. Dicen que si uno no está y la cosa funciona, hiciste un buen liderazgo; y el año pasado hice 135 viajes por el interior del país y todo marchó perfecto.
Noticias: ¿Cómo tolera su físico tanto ajetreo?
Stamateas: Hay días en que termino fundido. A los 40 me agarró un estrés muy grande, porque además comía mal, y mucho. Aumenté 25 kilos y el cuerpo me dijo basta. El gastroenterólogo me dijo que debía ordenarme. Bajé los 25 kilos, y trato de darme mis tiempos, estar más tranquilo. Siempre fui muy activo, hace poco viajé a Los Ángeles a especializarme como coordinador de grupos de manejo de ira; me formé con George Anderson, quien asesoró la película “Locos de ira”. Quisiera implementar este tipo de grupos en Latinoamérica, donde no existen.
Noticias: Menudo trabajo le espera.
Stamateas: (Se ríe). Sí, difícil, ¿no? Pero es necesario, porque con el tipo que se bajó del coche y le rompió el espejo a otro, meterlo en cana y cobrarle una multa no resuelve el problema; para eso debe ir a un curso, para empezar a manejar los impulsos… Creo que la violencia es el gran desafío que tiene nuestro país. Y una de las maneras de prevenirla es con el tema de la autoestima. Inteligencia emocional, para ser exactos.
http://www.revista-noticias.com.ar/comun/nota.php?art=2812&ed=1751
Por Alejandro Bellotti
La oficina que Bernardo Stamateas habita, ocupa apenas unos metros del colosal bloque que integran un bellísimo templo –hoy bautizado Ministerio Presencia de Dios– y la Fundación Volver a Empezar. Como fuere, el edificio es una efervescente fábrica de entrenamiento espiritual. En sus arterias, sermones, charlas, reuniones y talleres componen un carrusel radiactivo en el que se combaten desde el tabaquismo hasta la violencia doméstica, y se potencian el liderazgo y la autoestima.
Los pasillos están forrados con carteleras inmensas, cada una con decenas de tips: “Si no crecés, siempre habrá alguien que decida por ti”; “De acuerdo con tu nivel de estima será tu nivel de conquista”. Y Stamateas relata el frenético raid por el interior del país que cada semana engorda su programa de millas.
Noticias: ¿Cómo vive el éxito?
Bernardo Stamateas: Feliz, y me pone muy contento cuando la gente me comenta que alguno de mis libros la ayudó, o puso en práctica determinado principio para propiciar un cambio.
Noticias: ¿Se considera un líder espiritual?
Stamateas: Yo creo que todos nacimos para ser líderes y que el liderazgo tiene que ver con la capacidad para generar cambios, transmitir la misión. Para eso hay que provocar entusiasmo y motivación.
Noticias: Para alcanzar la meta.
Stamateas: ¡Exacto! Es que en Latinoamérica nos cuesta pensar en esos términos, porque tenemos pensamiento abstracto. Le preguntás a alguien: ¿qué querés? Y responde: “Paz”. Y eso está bien, es noble, pero no puede ser una meta, porque no es medible. A los latinos nos gusta filosofar, pero nos falta mezclarlo con un poco de pragmatismo. Un americano me dijo una vez: “Ustedes los argentinos son fantásticos en analizar problemas, pero pésimos en dar soluciones”.
Noticias: ¿Y por qué ocurre eso?
Stmateas: Porque una de las herencias que tenemos en Latinoamérica es la queja, un displacer que inventamos por la culpa que tenemos, que nos vino arraigada con la religión, la cultura y la familia. Esa culpa que dice: tenés que sufrir, tenés que pelear. ¿Cómo estás? Batallando, peleándola… Cuando a alguien le va bien, la gente dice ¿qué habrá hecho? En los países del Primer Mundo, cuando a alguien le va bien, dicen: ¡Cómo trabajó este!
Noticias: De modo que usted, con un método made in USA, introduce un mensaje aprehensible para cualquiera en estas pampas...
Stamateas: Claro, hace años que distintos autores en los Estados Unidos trabajan en este sentido. Yo lo hago con sencillez y vinculado con lo nuestro. Insisto en que hay que ponerse metas. Me gustaría transmitir los conceptos dentro de ámbitos como la política y el mundo empresarial, para que la gente desate la capacidad de liderazgo.
Noticias: Coaching.
Stamateas: Sí, eso me gusta mucho. Bueno, ahora me llaman muchos intendentes para dar charlas de liderazgo. Hay un despertar de la política por el liderazgo, para saber transmitir la idea, motivar al grupo y saber que si no se hace en equipo, se fracasa.
Noticias: ¿Qué le aconseja a los políticos que visita?
Stamateas: Que no hablen mal de la oposición, que hablen de ellos y que se superen a sí mismos; que trabajen para darle soluciones a la gente. Fíjese que gran parte de los diálogos políticos son agresiones, y hay que salir de eso.
De chico, Stamateas soñó con ser clarinetista de jazz (“¡A lo Benny Goodman!”), pero al terminar el secundario se decidió por la psicología, lo que años después complementó con un intenso seminario en la Iglesia Bautista. Se especializó en sexología con el doctor Juan Carlos Kusnetzoff en el hospital de Clínicas y a comienzos de los '90 fue nombrado por su congregación como pastor de la iglesia que hoy comanda. Luego de publicar una treintena de libros exclusivos para teólogos, decidió “salir de la cajita de zapatos” y escribió “Resultados Extraordinarios”, libro recomendado por la periodista Marisa Brel para la biblioteca de la casa de Gran Hermano 2007. A partir de ahí se encumbró en una escalada mediática que lo convirtió en uno de los autores más vendidos y diversificados del mercado local. Desde el 14 de julio pasado, revista Caras lanza la colección Superación Personal, seis CDs y seis guías que Stamateas compuso especialmente. Una nueva oportunidad para saber más de quien quiere extirparle la toxicidad al mundo.
Noticias: ¿No siente a veces que el fenómeno que creó se le fue de las manos?
Stamateas: No me doy cuenta, o no me quiero dar cuenta. Cuando voy al interior y veo que miles de personas van a verme y firmo cientos de autógrafos… Todavía no aterrizo. Pero delego, a psicólogos, a amigos, a pastores. Conformé un muy buen equipo de trabajo. Dicen que si uno no está y la cosa funciona, hiciste un buen liderazgo; y el año pasado hice 135 viajes por el interior del país y todo marchó perfecto.
Noticias: ¿Cómo tolera su físico tanto ajetreo?
Stamateas: Hay días en que termino fundido. A los 40 me agarró un estrés muy grande, porque además comía mal, y mucho. Aumenté 25 kilos y el cuerpo me dijo basta. El gastroenterólogo me dijo que debía ordenarme. Bajé los 25 kilos, y trato de darme mis tiempos, estar más tranquilo. Siempre fui muy activo, hace poco viajé a Los Ángeles a especializarme como coordinador de grupos de manejo de ira; me formé con George Anderson, quien asesoró la película “Locos de ira”. Quisiera implementar este tipo de grupos en Latinoamérica, donde no existen.
Noticias: Menudo trabajo le espera.
Stamateas: (Se ríe). Sí, difícil, ¿no? Pero es necesario, porque con el tipo que se bajó del coche y le rompió el espejo a otro, meterlo en cana y cobrarle una multa no resuelve el problema; para eso debe ir a un curso, para empezar a manejar los impulsos… Creo que la violencia es el gran desafío que tiene nuestro país. Y una de las maneras de prevenirla es con el tema de la autoestima. Inteligencia emocional, para ser exactos.
http://www.revista-noticias.com.ar/comun/nota.php?art=2812&ed=1751
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