Jesús es el camino a Dios Padre. No podemos ir al cielo por cuenta propia ni creyendo en otros maestros, profetas, ya que el único camino al Padre es Cristo. El gran milagro se da cuando aceptamos a Cristo y nacemos de nuevo. Dejamos las cosas mundanales y nos consagramos al Señor, haciendo totalmente su voluntad. Romanos 8:1 dice: “Ahora, pues, ninguna condenación hay para los que están en Cristo Jesús, los que no andan conforme a la carne, sino conforme al Espíritu”. Romanos 5:8 también dice: “Más Dios muestra su amor para con nosotros, en que siendo aún pecadores Cristo murió por nosotros”. Y Lucas 5: 32 lo resume todo: “No he venido a llamar a justos, sino a pecadores al arrepentimiento”. Desde que nuestros padres Adán y Eva desobedecieron a Dios estamos condenados a la muerte física y espiritual. Nuestra naturaleza pecaminosa nos conduce al pecado. Así pues, si creemos en Cristo, tomamos nuestra cruz diariamente y le seguimos tendremos vida eterna y reinaremos con él por toda la eternidad. Entonces, podemos decirlo todo en una sola frase: Si confesamos nuestros pecados y aceptamos el sacrificio salvífico de Cristo como la única fuente de salvación y vida eterna, podemos experimentar el gran milagro, nacer a una nueva vida en Dios y ser parte de su iglesia.
El gran milagro no solo abarca el plano espiritual sino también el humano ya que en su palabra Dios nos promete una vida abundante, tanto en el plano emocional, físico, social y económico. J. T. Fisher, famoso Psiquiatra, escribió: “Si tomaras la suma total de todos los artículos autorizados que hayan escrito los más calificados psicólogos y psiquiatras sobre el tema de la salud mental, si los combinaras y refinaras y les sacaras el exceso de verbalismo, si les sacaras todas las sustancias y desecharas los adornos, y si estas partes de puro conocimiento científico no adulterado fueran expresadas concientemente por el más capaz de todos los poetas vivientes, tendrías una desproporcionada e incompleta suma del sermón del monte. Al comparar esas sumas con las palabras de Jesús, la primera saldría gravemente perjudicada. Durante casi 2000 años, el mundo cristiano ha tenido en sus manos la solución completa para sus intranquilidades e infructíferos anhelos. Aquí…se presenta el plano para una vida humana exitosa, llena de optimismo, salud mental y contentamiento”. Cristo murió en nuestro lugar. Aceptarlo como salvador personal le da sentido a la vida.
julio césar cháves escritor78@yahoo.com.ar
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