martes, 16 de febrero de 2010

El fraude de la astrología

La astrología es una seudociencia que basándose en la posición de las estrellas y los planetas, pretende conocer y predecir el futuro de las personas. Desde la crucifixión de Cristo en adelante, según los astrólogos, se inicio la era de piscis, y esta era es un periodo histórico de sufrimiento, muerte y escepticismo universal. Así pues, alrededor del 1900 ingresamos en la era de acuario, una era descrita por la filosofía astrológica como una época de armonía, fraternidad y paz universal, pero contrario a la era de acuario, la historia de la humanidad desde el 1900 en adelante esta teñida de sangre, genocidios, guerras, esclavitud, muerte y depravación.

La astrología esta íntimamente ligada a la adivinación, ya que pretender conocer el futuro, cosa que solo Dios conoce en su onniciencia y soberanía. En el capitulo diez del libro de Jeremías la astrología esta relacionada con la idolatría ya que según esta seudociencia lo que nos hace conocer nuestro futuro sobre la tierra no es Dios sino que conocemos nuestro destino y futuro mediante la observación del posicionamiento de los astros. Los astrólogos buscan conocer el futuro y eso no es prerrogativa de los seres humanos sino que el futuro de la historia pertenece a Dios. A nosotros los cristianos se nos insta a través de la Biblia que no debemos preocuparnos por el futuro sino que debemos prepararnos para el futuro haciendo la voluntad de Dios. Hay que aclarar también que la astrología carece de base científica sólida ya que los primeros astrólogos decían que los planetas y las estrellas gravitan en torno al planeta tierra, cosa que es un error pues desde el siglo XVI, gracias a las investigaciones de Galileo y Kepler sabemos que la tierra y los demás planetas de nuestra galaxia gravitan en torno al sol.


En todo caso, la función de la creación es anunciar la grandeza de nuestro creador. En el salmo 19 leemos: “Los cielos cuentan la gloria de Dios, y el firmamento anuncia la obra de sus manos”. La función de toda la creación es dar testimonio de la grandeza de Dios. Nuestro futuro no depende del posicionamiento de las estrellas y los planetas sino que depende de nuestras decisiones cotidianas que deben estar orientadas por la palabra de Dios. En el libro de Génesis se cuenta la historia de los habitantes de sinar que construyeron la torre de babel con el objeto de llegar a Dios mirando el cielo, pero Dios vio lo que estaban haciendo y como no le agrado, bajo y confundió su lengua, esparciéndolos sobre toda la tierra. El tema de la astrología, que no es otra cosa que adivinación, es muy popular en nuestra sociedad. En revistas, diarios y en todo tipo de publicaciones podemos encontrar las predicciones de los horóscopos. Algunos leen lo que el horóscopo dice sobre su signo y creen en esas cosas como si fuera algo inofensivo, pero desconocen que esto no le agrada a Dios.


La palabra de Dios dice claramente que él abomina la astrología. De hecho, muchos estudiosos del tema han calificado a esta práctica adivinatoria como fraude espiritual. Isaías 47:10-15 dice: “Porque te confiaste en tu maldad diciendo: nadie me ve. Tu sabiduría y tu misma ciencia te engañaron, y dijiste en tu corazón: yo, y nadie más. Vendrá pues, sobre ti mal, cuyo nacimiento no sabrás; caerá sobre ti quebrantamiento, el cual no podrás remediar; y destrucción que no sepas vendrá de repente sobre ti. Estate ahora en tus encantamientos y en la multitud de tus hechizos, en los cuales te fatigaste desde tu juventud; quizá podrás mejorarte, quizá te fortalecerás. Te has fatigado con tus muchos consejos. Comparezcan ahora y te defiendan los contempladores de estrellas, los que cuentan los meses, para pronosticar lo que vendrá sobre ti. He aquí que serán como tamo; fuego los quemará, no salvarán sus vidas del poder de la llama; no quedará brasa para calentarse, ni lumbre a la cual se sienten. Así serán aquellos con quienes te fatigaste, los que traficaron contigo desde tu juventud; cada uno irá por su camino, no habrá quien te salve”.

En el antiguo testamento, muchas de las reformas espirituales que Dios ordenaba hacer fueron la eliminación de la astrología y todo tipo de adivinación. El caso de Josías es un ejemplo ya que “quitó a los sacerdotes idólatras que habían puesto los reyes de Judá para que quemasen incienso en los lugares altos en las ciudades de Judá, y en los alrededores de Jerusalén; y asimismo a los que quemaban incienso a Baal, al sol y a la luna, y a los signos del zodíaco y a todo el ejercito de los cielos”. (2 Reyes 23:5). Dios comparó a la astrología o adivinación con la prostitución espiritual. (Levítico 20:6). En fin, la era de acuario predijo un futuro de paz, armonía y amor universal, pero la realidad actual desenmascara a esta practica adivinatoria que no es nada más que fraude espiritual. Dios es el único que conoce el futuro de la humanidad. Cuando venga el día del juicio final, muchos culparán a las estrellas por ser condenados, pero los que le confiaron su futuro a Dios, serán salvos. En la mano de Dios esta el futuro de los cristianos. Aunque los que practican la astrología afirman la posición de las estrellas y los planetas ejercen influencia o tienen correlación con los rasgos de la personalidad de la gente, los sucesos importantes de sus vidas, e incluso sus características físicas, nosotros los cristianos confiamos en que si hacemos la voluntad de Dios, disfrutaremos de una vida llena de las bendiciones de Dios.

Julio césar cháves escritor78@yahoo.com.ar

1 comentario:

Tati Bríccola dijo...

No se porqué la gente todavía cree en estas cosas!!!Muy buen material Julio!!