El mentor cristiano

Según The Uncommon Individual Foundation [La Fundación de Individuos Extraordinarios], una organización dedicada a la investigación y capacitación mentor-aprendiz, un mentor es «un cerebro que trabaja, un oído que escucha, y un empujón hacia la dirección correcta».

El mentor cristiano se encuentra en toda la Biblia. Moisés fue el mentor de Josue. Elías fue el mentor de Eliseo. Noemí fue la mentora de Ruth. Pablo fue el mentor de Timoteo. Y Jesús fue el mentor de sus discípulos. Por lo tanto, el verdadero líder, pastor o ministro, es aquel que es mentor de otros creyentes. “La Uncommon Individual Foundation identifica tres aspectos que las personas necesitan para tener éxito: un sueño, alguien que crea en ellos, y determinación. MacFarland dice que «ahora, ciertamente añadimos todo el asunto al llamado y la autorización de Dios. Pero a menudo olvidamos lo poderoso que es cuando alguien cree en nosotros”. El mentor cristiano nos induce a que mantengamos un devocional diario y que busquemos al Señor diariamente. Además nos dice que debemos llevarnos bien con los demás. Un mentor siempre nos dirá que la nuestra familia esta íntimamente relacionada con nuestra espiritualidad. Si andamos mal con nuestros seres queridos esto puede significar que andamos mal con el Señor. Un pastor-mentor verá nuestra capacidad y nos ayudará a que desarrollemos nuestros dones espirituales y nuestros talentos naturales. Recordemos que lo académico es tan importante como lo espiritual. Por supuesto que dependemos de Dios, pero esto no significa que no debemos estudiar o capacitarnos. Si estamos bajo el liderazgo de un líder o pastor que no es mentor de nadie y no deja crecer a nadie entonces busquemos un lugar donde vean nuestro potencial y ayuden a desarrollarnos.

Moisés vio el potencial espiritual que tenía Josue y lo insto que busque al Señor y que Dios lo ayudaría a conquistar enemigos. Elías vio el potencial en Eliseo y le enseñó todo lo que él sabía de Dios y cuando se fue en un carro de fuego lo bendijo y Dios le dio el doble de lo que le dio a Elías. Jesús vio el potencial de sus discípulos y luego de que el Cristo resucitado ascendió a los cielos, los discípulos del Señor predicaron el evangelio, sanaron enfermos e hicieron miles de discípulos en todo el mundo. A lo largo de la historia de la humanidad se han multiplicado tanto que ya son millones y millones en todo el planeta tierra. Y todo comenzó porque Jesús fue el mentor de sus discípulos. Rodeémonos de líderes y pastores que crean en nosotros. En su ensayo Las leyes del éxito, el pastor Bernardo Stamateas dice que “un verdadero maestro es aquel que es superado por sus discípulos”. Creo que esta frase del libro de Stamateas es un resumen de lo que significa ser un mentor cristiano…

Julio césar cháves escritor78@yahoo.com.ar