El término intención proviene del latín "intentio" y quiere decir propósito o voluntad de hacer algo. Por lo tanto, una mala intención es el proceder equívoco y solapado. La persona malintencionada actúa con maldad para conseguir lo que quiere. Por supuesto que el que porta tales características jamás evidenciará claramente sus intenciones sino que se manifestará encubiertamente. Dirá una cosa pero dentro de sí pensará distinto. Su ambivalencia es deliberada. Siempre tiene opinión sobre cualquier tema y trata bien a los demás únicamente cuando necesita algo. El malintencionado es una persona traicionera, peligrosa.
Cuando esta delante de ti te adula pero te apuñala por la espalda. Dice que te quiere pero te desacredita, descalifica y subestima. Es un individualista. Los malintencionados evidencian pensamientos torcidos, arrogancia, soberbia, pedantería.
Cada vez que nos topemos con este género de personas debemos descubrir sus artimañas y ser conscientes de que estamos ante una persona que no busca nuestro sino el suyo propio, caiga quien caiga.
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