sábado, 16 de febrero de 2008

Organiza tu vida




Organizarse implica esfuerzo, disciplina, voluntad, inteligencia. Muchas personas dejan cosas de lado porque consideran que les falta tiempo, pero la realidad es que están mal organizados. Si nos organizamos bien podemos hacer muchas cosas. Para poder administrar bien nuestro tiempo debemos distribuir las 24 horas en todo lo que realmente tengan verdadera importancia y sean urgentes. Vale decir que hay cosas que son urgentes pero no son importantes. Al mismo tiempo, hay cosas que son importantes pero no son urgentes. Para mantener una vida organizada debemos darle prioridad a aquellas cosas que son importantes y urgentes al mismo tiempo.
Todo tiene su tiempo. Tiempo para descansar, dormir, relajarnos y tiempo para trabajar, estar con nuestra familia y tiempo para llevar a cabo alguna actividad o tarea que nos ayude a crecer y al mismo tiempo a desconectarnos de las responsabilidades cotidianas. Es importante darnos cuenta que muchas cosas pueden salir mal, de hecho siempre surgen imprevistos, pero sin planeamos las cosas, las probabilidades de equivocarnos son de menor proporción. Si al final de la jornada advertimos que no hemos terminado lo que nos hemos propuesto, de todos modos, debemos sentirnos satisfechos, seguros de nosotros mismos. Por lo menos pusimos nuestro empeño en concluir nuestras tareas diarias. Por supuesto que es bueno tener exigencias pero en ocasiones las exigencias son poco realistas y por eso sufrimos innecesariamente. Conviene siempre ser conscientes de nuestras limitaciones y aceptar nuestros errores, no como catástrofes sino como oportunidades para crecer.
Hay épocas en donde las 24 horas del días nos rinden muchísimo y hay temporadas donde todo se complica y hay solucionar los problemas uno por uno hasta que todo se calme nuevamente. Lo bueno de organizarnos es que nos convertimos en buenos administradores de nuestro tiempo. El tiempo bien distribuido rinde más. Si nos organizamos vamos a estar más relajados, equilibrados, vamos a tener paz y las cosas se harán. Finalmente quiero compartir con ustedes algunos principios que favorecen la organización y diagramación de nuestro andar diario:
“Intente levantarse con tiempo y sin agobios, para empezar el día en forma relajada y sin apuros.
Sea realista a la hora de planificar el día: ordene las tareas, realícelas una a una y sobre todo, evite hacer planes que no sea capaz de cumplir. Aprenda a decir “no”, y cuando vea que las obligaciones amenazan desbordarla, no dude en negarse y poner límites.
Concéntrese en cada momento en lo que está haciendo, como si fuera la única cosa que tiene que hacer a lo largo del día y evite pensar en todo lo que queda para hacer.
Si está centrada en una tarea y de pronto irrumpen en su mente preocupaciones, ideas nuevas para llevar a cabo, dudas, nuevos proyectos, etc., anótelos en un cuaderno. De esta forma se liberará de la preocupación por posibles olvidos y podrá seguir concentrada en lo que está haciendo.
Aprenda a calcular el tiempo que necesita para cada actividad, sin sucumbir a las presiones de los otros. También a priorizar, que es elemental.
Aunque esto ya lo debe haber escuchado, recuerde que el mundo seguirá dando vueltas aunque usted no esté. No se sienta insustituible y acepte todas las colaboraciones. Si éstas no llegan, delegue”.

Julio césar cháves
escritor78@yahoo.com

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