lunes, 12 de noviembre de 2007

La conquista de la verdadera prosperidad


Un conocido predicador que me gusta mucho dice que la verdadera prosperidad consiste en poder acceder a los bienes de Dios. Lo que tenemos no tiene nada que ver con la prosperidad. Si la prosperidad depende del auto, la casa o algo que tenemos, es una prosperidad que podemos perder. Si nos roban el auto perdimos la prosperidad. Si se nos incendia la casa perdemos la prosperidad. Ahora, cuando nuestra prosperidad depende de los bienes de Dios nadie puede robarnos la prosperidad. Hay predicadores que dicen que Dios quiere que seamos todos millonarios. Van a llover los billetes del cielo. Vamos a tener el mejor auto, la mejor ropa, vamos a ser prosperados hasta reventar de gordos. Pero este es un concepto erróneo. El pastor Rick Warren dice que la idea de que Dios quiere que todos seamos ricos tiene una sola descripción: “Basura”. El dice que creer esto es crear un ídolo falso. Las personas no medimos ni valemos por cuanto tenemos. De hecho, hay millones de creyentes que viven en la pobreza y eso no significa que Dios no este con ellos.

He escuchado a muchísimos predicadores hablar de la doctrina de la prosperidad, donde arguyen que si damos el diezmo, la ofrenda, si damos donaciones, si sembramos más allá de nuestra capacidad de dar, Dios va a hacernos ricos, pero la verdad es que esta bien dar el diezmo, esta bien dar ofrendas, pero esto no significa que Dios este obligado a hacernos ricos o darnos todo lo que queremos o deseamos. Vuelvo a repetir lo que dijo el predicador que cite al principio: La verdadera prosperidad consiste en poder acceder a los bienes de Dios. Si Dios nos da mucho, lo amamos. Si Dios nos da poco, lo amamos. Si Dios nos da mucho y somos malos administradores es posible que vivamos pobremente y si Dios nos da poco y somos buenos administradores es posible que vivamos muy bien. Cuidemos lo que tenemos y Dios nos dará más.

Mateo 6:33 dice: “Mas buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas.” Si vamos al Señor él no permitirá que tengamos hambre. Dios cuida de nosotros. Ahora bien, no esperemos que Dios haga caer plata del cielo, trabajemos, ahorremos, cuidemos las cosas. El apóstol Pablo dijo que sabía contentarse en cualquier situación. Dijo eso porque entendió que la verdadera prosperidad consiste a tener a Dios de aliado. Cuando verdaderamente tenemos fe Dios conspira a nuestro favor para que podamos conquistar el milagro, la prosperidad, la felicidad. Lo cierto es que pobres o ricos, tenemos que amar a Dios sobre todas las cosas. Lo importante es que podemos acceder a los bienes de Dios.

Julio césar cháves. Escritor78@yahoo.com.ar

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