jueves, 24 de mayo de 2007

¡Yo si te veo!


He viajado viarias veces en tren y cuando el tren pasaba por un túnel no salté por la ventanilla sino que confié en que el conductor me llevaría hasta el final del túnel. En la vida cristiana muchas veces nos pasa lo mismo. Pasamos por túneles de dolor y en vez de quedarnos arriba del tren y confiar en que Dios nos guiará fuera del túnel, saltamos por la ventanilla, entonces atraemos más dolor sobre nuestras vidas. Lo que necesitamos hacer en vez de saltar por la ventanilla es confiar en el conductor de nuestra vida: Dios. Necesitamos imprescindiblemente confiar en nuestro Señor en todo momento. Únicamente él puede guiarnos en medio del dolor y el sufrimiento. Únicamente él es nuestro pronto auxilio en las tribulaciones.
En las Bahamas un desesperado padre le rogó a su hijo que saltará del balcón ya que la casa en que vivían estaba ardiendo en llamas y la estructura de dos pisos estaba desintegrándose por el fuego. El padre había intentado subir por las escaleras para rescatar a su hijo pero las llamas no lo dejaron. Resulta que el niño asustado había subido las escaleras y luego no pudo bajar debido al fuego y al humo. Entonces, el padre como lo veía desde el suelo mientras el niño estaba en el balcón, le gritaba a su hijo que saltará que él lo agarraría abajo. Pero el niño decía que no porque no podía verlo. Entonces, el padre le dijo al niño: -Hijo sé que no me ves, pero yo si te veo y estoy abajo esperándote para agarrarte en mis brazos. El niño se tiró al vacío y el padre lo agarró en sus brazos. Aunque muchas veces no vemos a Dios debido al fuego del sufrimiento y el humo de la confusión, debemos lanzarnos en los brazos de Dios. Él cuida de nosotros. Aunque no veamos a Dios, él nos ve. El salmo 34:18,19, dice: “Cercano esta Jehová a los quebrantados de corazón; y salva a los contritos de espíritu. Muchas son las aflicciones del justo, pero de todas ellas lo librará Jehová”.
Dios es nuestra esperanza y nuestra fortaleza en medio del dolor. De igual forma que sabemos que el sol esta detrás de las nubes los días nublados, Dios esta detrás de nuestros problemas en los días de sufrimiento. Francis Ridley Havergal escribió:
De gloria en gloria.
Aunque venga tribulación,
Esta no puede tocar nuestro tesoro.
Cuando Cristo es todo en todo,
Cualquier cosa que nos sobrevenga,
No habrá nada que temer,
Pues, ¿Qué son dolor y pena
Cuando estamos con Jesús?


Julio césar cháves
escritor78@yahoo.com

No hay comentarios.: