La amistad es un significativo valor social y moral. La mistad es un vínculo muy importante en el campo de las relaciones humanas. Hay amistades superficiales y también hay amistades profundas. Los amigos superficiales son aquellos individuos que buscan sacar provecho de las relaciones interpersonales. A estos tipos de amigos únicamente les importa sus vidas, sus ideas, sus sentimientos egoístas. Los amigos insensatos no están dispuestos a ayudar a nadie. Sólo les interesa lo que les pasa a ellos, pues son narcisistas frívolos. En contraste, un verdadero amigo es sensato, buen compañero, dispuesto a aceptarnos como somos, con defectos y todo. Un verdadero amigo sabe que un amigo no es perfecto, pues es simplemente amigo, hermano, un compañero de viaje que responde con cariño a nuestra necesidad de afecto. Un auténtico amigo busca nuestro bien, nos desea lo mejor, nos orienta con su constructivo ejemplo de caridad, amor y respeto. Muchos individuos no creen en la amistad porque han entablado relaciones “Amistosas” con personas ventajeras, egoístas, y malignas. Muchos piensan como Schopenhauer que dijo: “La verdadera amistad es una de esas cosas acerca de las cuales-al igual que sobre las gigantescas serpientes marinas- no se sabe si son ficticias ni si existen en algún lugar”.
Ahora pues, yo creo firmemente en la amistad. Creo que los amigos son muy importantes. Creo en la amistad porque disfruto de auténticos amigos. Tengo amigos que cuando estoy equivocado me corrigen y me marcan el camino correcto. Mis amistades están fundamentadas en la confianza mutua, el afecto, las recíprocas buenas intenciones, y los intereses en común. Con mis amigos, de ambos sexos, nos ayudamos mutuamente en forma desinteresada, no por fines frívolos y egoístas, sino por simple amistad. Amigos son los amigos. La amistad posee valor propio. Constituye un valor relevante para los que la practican. La amistad es sólida e íntima y presupone no únicamente la ayuda recíproca, sino también una afinidad de voluntades, de temperamentos, de corazones dispuestos a manifestar afecto desinteresado. La amistad es un vínculo vivificante. Es un vínculo emocional. Es la inclinación afectiva de una persona hacia otra. Un ser humano sin amigos decae como una flor sin sol. Aristóteles reflexiono: “Al amar al amigo, amamos nuestro propio bien, ya que una buena persona, al convertirse en un amigo, es un bien, puesto que la amamos”.
Se advierte en la sociedad también la existencia de amistades por interés, en las cuales no existen afinidades afectivas, sino afinidades de índole utilitarista. Estas amistades están fundamentadas en el intercambio de servicios, favores interesados, y cosas. Por el contrario, advertimos en nuestra urbe también la existencia de amistades auténticas, sólidas, en las cuales coexisten personas con afinidades afectivas desinteresadas. En efecto, un verdadero amigo es aquel que procura nuestro bien, que consolida la amistad con honestidad y legitimidad, que vivifica nuestra alma con una conducta benévola y bondadosa, y que vive las horas con nosotros con fines constructivos salpicados de buenas intenciones. Un amigo es amigo en todo tiempo, en los momentos de victoria como en los momentos de tribulaciones inesperadas. Salomón escribió: “En todo tiempo ama el amigo, y es como un hermano en tiempo de angustia”. (Proverbios 17:17).
Benjamín Franklin nos aconseja: “SEA LENTO PARA ESCOGER SUS AMISTADES”.
Julio C.Cháves.
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