
Los derrotas de ayer nos ayudar a valorar los triunfos de hoy. En la vida todo ayuda para bien. Nada sucede por casualidad. Si Dios permitió que transitemos el camino del sufrimiento es porque quizá quiere sacar lo mejor de nosotros. Interpretemos nuestro pasado como una bendición. Si hemos sufrido podemos ayudar a los que sufren. Si hemos pasado hambre podemos ayudar a los hambrientos. Con nuestros pensamientos vamos creando nuestra realidad. Si pensamos que podemos sacar algo bueno de nuestro pasado lo haremos y sacaremos beneficios de él. Realizar nuestros sueños aunque tengamos un pasado negro es posible si tal solo creemos. Las conquistas personales dependen esencialmente de cada uno. Los fracasos de ayer significan el éxito de mañana.
Julio césar cháves escritor78@yahoo.com.ar