jueves, 2 de mayo de 2013

Los problemas

¿Qué es un problema? Creo que no hace falta responder esta pregunta. De hecho, todos sabemos lo que significa. Claro que todos los problemas no son iguales. Hay problemas que aparecen solos y otros que nosotros buscamos. También están aquellas personas que no tienen problemas sino que son ellos mismos un problema. De ellos no quiero hablar ni me interesa. Quiero hablar de aquellas personas que tienen problemas y desean resolverlos.
   Quizá vos pienses que no necesitas ayuda de nadie y hasta podes decir que no tenés ningún problema. Y eso está bien, lo que no está bien es pensar que jamás aparecerán circunstancias difíciles. Todos, ricos o pobres, inteligentes o ignorantes, tenemos que lidiar con dificultades de solución dudosa. Ahora, ¿Cómo resolvemos nuestros problemas? Albert Einstein dice: “Tú no puedes resolver problemas con el mismo pensamiento que te metió en ellos en primer lugar.” Dicho en sencillo, nos metemos en problemas por nuestras decisiones y pensamientos. Cuando pensamos que todo está mal y somos negativos, entonces seguramente nos sentiremos amargados y frustrados. El problema tiene el poder que nosotros le damos. Si miramos una montaña y pensamos que es demasiado alta como para poder escalarla jamás llegaremos a la cima. Si pensamos que nuestra enfermedad llegó para quedarse y que jamás tendremos salud, entonces permaneceremos enfermos. Los pensamientos negativos activan los problemas. El pesimismo fomenta derrota. Por eso dijo Einstein: “Tú no puedes resolver problemas con el mismo pensamiento que te metió en ellos en primer lugar.” Si queremos disfrutar de nuestra y resolver los problemas que nos aquejan es menester pensar positivamente. El optimismo genera soluciones, activa lo mejor de nosotros. Los pensamientos positivos son la razón por la que multimillonarios como Donald Trump lo pierden todo y regresan con más aún. Incluso tu peor momento puede convertirse en tu mejor momento. Depende de tu percepción. En su libro Tu vida como un arte, Robert Fritz habla de la importancia de reconocer lo que realmente es importante para nosotros, y luego crear nuestra vida en base a ello. Así que de algún modo, todo lo que nos pasa, lo bueno y lo malo, tiene que un trampolín para saltar hacia nuestra victoria. Mientras respiremos tendremos oportunidad de hacer una diferencia. Los imprevistos siempre serán piedras en nuestro camino. Podemos quejarnos y frustrarnos o podemos agarrar esas piedras y construir nuestro destino. La bendición o la maldición es una decisión. Decidamos estar bien. Pensemos bien. Recordemos que la mejor manera de enfrentar los problemas es viéndolos como una oportunidad para crecer. Julio césar cháves www.juliochaves.blogspot.com

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