sábado, 22 de enero de 2011

Tengo derecho

Tenemos derecho a decidir, a pensar, a elegir mi propio camino. Hay personas que quieren condicionarnos espiritualmente. Nos dicen que tenemos que hacer determinada cosa, pensar de determinada forma, pero siempre tenemos que movernos como ellos quieren. Ahora, los cristianos tenemos derecho a ser independientes y movernos de acuerdo a la voluntad de Dios y no de acuerdo a la voluntad de otras personas. Somos cristianos y tenemos derecho a ser bendecidos por Dios. No tenemos porque ser co-dependientes, depender de otros. Tenemos derecho a ser únicos, originales, auténticos. Somos lo que somos. No le rindamos examen a nadie. No busquemos aprobación ni confirmación. Tenemos derecho a contar nuestra propia historia, vivir nuestras propias vidas. No dejemos que nadie nos condicione. Aceptemos la bendición de Dios y conquistemos nuestros propios sueños.

Tenemos derecho a crecer y prosperar. Seguramente vamos a encontrarnos con cristianos que nos etiquetarán como ingenuos, débiles, santulones, ilusos, carnales, demasiado soñadores, pero lo importante es lo que Dios piensa de nosotros y nuestro Padre Celestial quiere lo mejor para nosotros, por esto nos ha dado derechos espirituales para ser bendecidos en todas las áreas de nuestras vidas. Tenemos derecho a decir si y a decir no cuando queremos. Lo que no nos interesa lo desechamos porque Dios nos lego la autoridad de poner límites. Si hay hermanos que no son de bendición para nosotros apartémonos de ellos. Si hay otros que nos maldicen y critican no les demos importancia a sus palabras. Juntémonos con hermanos de bendición, con gente que nos bendiga y hable bien de nosotros.
Guardemos nuestro corazón del mal y peleemos por lo que Dios nos ha dado. No deseemos lo que tienen otros ni nos comparemos con nadie. Somos originales y tenemos capacidad de ser independientes. Dios nos ha dado capacidad para alcanzar lo que deseamos. Estemos atentos a todas las oportunidades que se presenten. Aprovechemos el tiempo. Cuidemos nuestros dones, nuestro dinero y nuestras relaciones interpersonales. Valoremos lo que Dios no ha dado y él nos dará mucho más…

Julio césar cháves
www.juliochaves.blogspot.com

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