viernes, 11 de junio de 2010

Mentalidad de futuro


A menudo escuchó a personas que viven hablando de su pasado. “Cuando yo tenía tu edad…”, dicen los viejos. Pero lo importante no es lo que hiciste o viviste en el pasado, lo realmente importante es lo que haces con tu presente. La único manera de construir y modificar tu futuro es trabajando en tu presente. Nadie puede construir su futuro mirando hacia atrás. Jesús dijo: “Ninguno que poniendo su mano en el arado mira hacia atrás, es apto para el reino de Dios”. (Lucas 9:62). Nadie puede vivir las experiencias pasados. El tema de las regresiones no es de Dios. Los psicoanalistas analizan el pasado una y otra vez, lo analizan y le dan vueltas y vueltas al pasado y no logran cambiar nada en sus pacientes. El que mira hacia atrás se convierte en estatua de sal, pero el que mira hacia delante conquista nuevos territorios. El que mira hacia atrás queda estancado, pero el que mira sus objetivos los alcanza.
No sirve de nada analizar lo que nos pasó en la infancia. Por supuesto que jamás vamos a despojarnos de nuestro pasado. Siempre vamos a recordarlo, pero que lo recordemos no significa que dejemos que influencie nuestro presente. Nosotros trabajamos en nuestro presente y olvidamos los traumas del pasado, miramos hacia delante. Porque en nuestro presente esta la victoria. Si nos equivocamos, corregimos nuestra conducta y seguimos adelante. No nos detenemos por nada del mundo. No nos rendimos. Tenemos mentalidad de futuro. En Filipenses 3:13,14, el apóstol Pablo dice: “Hermanos, yo mismo no pretendo haberlo ya alcanzado; pero una cosa hago: olvidando ciertamente lo que queda atrás, y extendiéndome a lo que adelante, prosigo a la meta, al premio del supremo llamamiento de Dios en Cristo Jesús”. Olvidemos el pasado, concentremos en el presente y tendremos mentalidad de futuro.


Julio césar cháves escritor78@yahoo.com.ar www.juliochaves.blogspot.com

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