sábado, 1 de mayo de 2010

La moda de los matrimonios basura

Antaño las parejas se casaban y duraban toda la vida. Se creía en el amor a corto y a largo plazo. Pero actualmente los matrimonios son cortos, fugaces, sin solidez. Algunos andan largos años de novios y cuando se casan apenas duran unos meses.

Esta es la época de los matrimonios basura. Obviamente que todos tenemos libre derecho de organizar nuestras vidas como queremos, pero lo correcto es formar una familia y estar al lado de alguien toda la vida hasta que la muerte nos separe de esa persona. Lamentablemente ya no se cree en esto sino que los matrimonios duran hasta que dura el “amor”. Cuando vienen las luchas y las enfermedades, y problemas difíciles de solucionar, es ahí cuando los cónyuges corren despavoridos.


El sociólogo Zygmunt Barman, autor del famoso ensayo titulado Modernidad Líquida, en una entrevista publicada en la revista Ñ del diario Clarín, afirma respecto a la moda de la descartabilidad planificada: “La sociedad líquida en la que vivimos también se ha contagiado a la pareja: antes tu pareja era lo más sólido en tu existencia. Hoy el afán modernizador convierte a tu pareja en algo que también queda desfasado en cada temporada. Se impone un matrimonio con contrato basura. Y así convierte todavía más precario el equilibrio vital. El medio ambiente integra lo antiguo, destinado a desaparecer, a ser basura, y en la basura los humanos vivimos sujetos a relaciones sin garantías”.

Se ha tergiversado tanto lo que es el matrimonio que ya no se casan más un hombre con una mujer sino que se casan personas del mismo sexo. Y hasta pueden adoptar hijos y quien sabe, aunque muchos psicólogos digan lo contrario, como saldrán estos niños. Lo cierto es que el matrimonio homosexual es algo opuesto a los valores cristianos. Según la Biblia es matrimonio debe ser consolidado entre un hombre y una mujer.El matrimonio es una relación entre un hombre y una mujer que merece reconocimiento y aprecio por parte de las sociedades, pues de ella depende la supervivencia del género humano. Por más que reformen el código civil, justificados por la idea de tolerancia e igualdad de derechos, el matrimonio entre personas del mismo sexo producirá nefastos efectos colaterales que corroerán a la generación actual y a las generaciones venideras. El matrimonio aporta equilibrio a las personas. Desfigurar esta institución divinamente establecida degrada las relaciones humanas. Desacreditar los matrimonios de toda la vida implica un desprecio de los valores morales y conduce a una permisiva interacción entre hombres y mujeres. Descartar la familia como institución principal de la sociedad conduce a la barbarie y la anarquía y el desequilibrio emocional.


En algunos países el matrimonio se ha redefinido y las nuevas leyes civiles consideran que un matrimonio es la unión entre personas adultas de cualquiera género. Lo cierto es que la unión entre personas del mismo sexo conduce a la anticoncepción y Dios diseño el matrimonio como fuente de vida y amor, y esto debe durar toda la vida, hasta que la muerte separe a los cónyuges. Las personas no somos basura y merecemos respeto. Los seres humanos nos formamos como personas en el seno de una familia entre un hombre y una mujer. No podemos comenzar a existir sino en una familia. Familia que podrá reducirse, lamentablemente en muchos casos, a la mínima expresión de la herencia genética. Pero familia al fin. Sólo de la unión del patrimonio genético heterosexual es posible el nacimiento de una nueva persona. Quienes aportan ese patrimonio, comúnmente, son los padres. Es asimismo deseable, que sean ellos quienes se ocupan de la crianza y educación de ese nuevo ser, completando lo biológico con lo humano. Si ello no se da, es necesario encontrar una familia que quiera cuidar a ese niño y ayudarlo a crecer. La familia nos da sentido para vivir. Queda claro pues que la única forma en que las personas pueden vivir una vida con sentido, razón de ser, gozo y madurez psicológica y espiritual, es mediante el matrimonio. Finalmente quiero compartir con los lectores algunos principios que hablan del porque de la existencia de la familia: “La familia natural es la institución fundamental de la sociedad, basada en la naturaleza humana y fundada en la unión vitalicia entre un hombre y una mujer mediante el vínculo matrimonial. La familia natural proporciona el ambiente óptimo para el desarrollo armónico de los hijos. La sexualidad existe como expresión unitiva de amor entre los cónyuges y para la procreación de los hijos dentro del matrimonio. Todo ser humano posee un valor intrínseco desde la fertilización hasta la muerte natural. La procreación es necesaria para la supervivencia de la raza humana.


Los padres son los primeros responsables de la educación de sus hijos y gozan de la autoridad correspondiente, salvo en caso flagrante de abuso o negligencia. La familia natural es la institución fundamental de la sociedad para el crecimiento económico y el desarrollo. El deber del gobierno es proteger y apoyar a la familia sin usurpar la función vital que ésta desempeña en la sociedad. Los padres como los principales educadores de sus hijos tienen el derecho de enseñarles sus creencias religiosas y morales y educarlos de acuerdo a sus convicciones religiosas.”

Julio César Cháves. Escritor78@yahoo.com.ar www.juliochaves.blogspot.com

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