domingo, 2 de mayo de 2010

La donación de órganos

Donar órganos salva vidas. Algunos están dispuestos a donarlos y otros no, y los que dicen que no, siempre es porque hay una cuestión religiosa de por medio. Sin embargo, no todas las religiones están en contra de la donación de órganos. El catolicismo dice y entiende que la donación implica un acto de amor al prójimo. Incluso el papa Juan Pablo II se manifestó a favor. El protestantismo, al igual que el catolicismo, cree que la donación constituye un acto de amor altruista. Los protestantes en varias partes del mundo han realizado campañas a favor de la donación. Obviamente que los donantes están condicionados por lo que digan sus familiares inmediatamente después del fallecimiento de la persona que se manifestó a favor de la donación. El judaísmo también se manifiesta a favor de la donación. Es más, en todos los hospitales de Israel, excepto en Shaare Tzedek, se efectúan transplantes. Al renovar el carnet de conducir se adjunta un formulario que invita a la donación. Sin embargo, vale decir que los más ortodoxos no aceptan la idea de la donación.

Ahora bien, hay otras religiones que mantienen posturas discrepantes a las precedentes. El budismo, por su parte, insiste en no tocar el cuerpo del fallecido por tres días. El hinduismo, por su lado, no se pronuncia sobre el tema. Para el islamismo la donación es un acto voluntario y desinteresado. También los testigos de Jehová no se oponen públicamente a la donación de órganos cadavéricos, pero sí al transplante entre personas vivas. Así pues, al oponerse a las transfusiones de sangre, es casi imposible la realización de cualquier tipo de transplante. Hablar de donación de órganos implica pensar en la muerte, cosa que a nadie le agrada, pero también implica pensar en dar vida, aunque muchos no piensan en esto sino en su propia sobre vivencia.

Hay quienes piensan que donar los órganos es un gesto de amor al prójimo y otros al solo pensar en la mutilación de sus cuerpos los aterra. Pero también están aquellos que además de pensar que le hace una muestra de amor a sus semejantes esto de alguna manera les permite seguir viviendo. Entonces, cabe, preguntarnos: ¿Donarías tus órganos? ¿Le darías vida a otra persona? La donación de órganos debe ser producto de una sociedad educada, formada en valores humanos. Y la decisión de ser donante es una cuestión personal pero ciertos individuos no saben en que consiste ser donante y por motivos de desconocimiento no lo hacen. Y ante las dudas y la incertidumbre la gente prefiere dar la negativa.

En seguida surgen preguntas como: ¿Estaré realmente muerto cuando mutilen mi cuerpo? ¿Y si revivo? ¿Y si quieren lucrar con mi cuerpo? Sea cual sea la decisión que adoptemos, vale la pena saber de que se trata y que opinan las diferentes religiones. Muchas personas por falta de donantes y no cabe duda de que donar los órganos es de crucial importancia para aquellas personas que necesitan el transplante. Ahora, el si o el no, depende de cada uno. Finalmente preguntamos: ¿Cómo donar? Para donar nuestros órganos tenemos varias opciones: podemos hacerlo en el incucai (Ramsay 2250, teléfono: 4788-8300); podemos hacerlo en los centros habilitados (hospitales públicos, fundaciones) o cuando hacemos la renovación de algún documento. Este trámite es completamente revocable, o sea que cualquier momento podemos arrepentirnos y para hacerlo hay que ser mayor de dieciocho años y legalmente capaz. Y otro dato importante, que a menudo se pasa por alto, es que nuestra familia debe saberlo y estar convencida de ello. Llegado el momento, son los familiares lo que tienen la última palabra. Lo ideal es que nuestros familiares estén de acuerdo con nosotros.

Julio César Cháves escritor78@yahoo.com.ar
www.juliochaves.blogspot.com

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