viernes, 13 de marzo de 2009

Una fe sobrenatural y a la vez racional

La fe que tenemos los cristianos en las sagradas escrituras no es ciega. No esta basada en la tradición. No esta basada únicamente en lo que Dios hizo sino que también esta basada en lo que Dios es capaz de hacer y en lo que nosotros somos capaces de hacer. Dios es inmutable y su palabra siempre sigue vigente. Los cristianos no somos retrógrados, ignorantes. Los cristianos pensamos y constantemente ejercitamos y ejercemos nuestra fe. Nuestra fe se edifica sobre la lógica y la evidencia.
Sabemos que las sagradas están respaldadas por la historia, la arqueología, la literatura, y todas estas fuentes comprueban el cumplimiento exacto y circunstancias de la predicción profética. La fe es sobrenatural y también es racional porque las sagradas escrituras nos inducen a ser personas más inteligentes, sabias, emprendedoras. Los cristianos sabemos que Dios nos ha dado capacidad para pensar y elegir lo que nos hace bien. Hemos sido creados a la imagen de Dios y somos capaces de modificar la realidad, mejorar nuestras vidas.
En su ensayo 60 principios de fe, los pastores Bernardo y Alejandra Stamateas, dicen: “La Fe verdadera es Fe en Dios y Fe en vos. Siempre que Dios imparte fe divina, ésta se mezclará con la fe que cada uno de nosotros tengamos sobre nosotros mismos. El problema de muchas personas es que creen en Dios pero no creen en que ellos puedan lograr todo aquello que se propongan. Cuando Jesús llamó a Pedro le dijo: “Te haré pescador de hombres”, queriéndole decir: “Creo que lo podrás hacer, que lo lograrás”. Y si Dios cree en nosotros, ¿cómo no hacerlo nosotros con nosotros mismos? Confianza y fe en uno mismo es el lenguaje de los exitosos y el que todos necesitamos hablar cada día de nuestra vida”.
Los cristianos podemos desarrollar nuestras capacidades. Dios nos ha dado dones y talentos y no tenemos porque esconderlos, antes bien, tenemos que ejercerlos, tenemos que gestionar nuestra superación personal. Dios estimula nuestra voluntad y nos da gozo y confianza en nosotros mismos. Su palabra nos marca el camino hacia el éxito y la felicidad. Su gracia nos sostiene. Su Espíritu Santo vivifica nuestros huesos y nos da salud para que podamos luchar por conquistar nuestros sueños.
Lo bueno de la fe es que cuando nuestras capacidades llegan a su límite, ahí es cuando interviene Dios y se manifiesta en nosotros y a través de nosotros, dándonos sabiduría, fortaleza física y mental. Segunda de Timoteo 3:15 afirma: “Las Sagradas Escrituras, las cuales te pueden hacer sabio para la salvación por la fe que es en Cristo Jesús”.

Julio césar cháves escritor78@yahoo.com.ar