viernes, 12 de octubre de 2007

Expresiones de la fe


El verdadero cristiano es aquel que tiene como referente a Cristo ya que Cristo es la praxis de la moral-cristiana. El deseo de ser como él es la base de la ética-cristiana que se expresa en la intencionalidad de la bondad y el amor. El cristiano practica los valores bíblicos que se traducen en conductas cristo-céntricas cuyo único propósito es construir el reino de Dios aquí en la tierra. El cristianismo no es una norma moral, es el sentido de la vida encontrado en nuestro Creador. Asimismo, la conducta del cristiano es una demostración de valores, principios. En su ensayo Cómo Jesús, Max lucado dice que Dios nos acepta como somos, pero que no tenemos porque quedarnos así. No estamos condenados a ser unos derrotados. Somos transformables. De modo si que hemos aceptado a Cristo y somos cristianos, Dios nos cambiará y hará que nos parezcamos a Jesús. El deseo de Dios, su plan, su supremo objetivo es conformarnos a la imagen de Cristo, porque Cristo es nuestro paradigma de fe, ética y moral teocéntrica.
La fe cristiana se expresa mediante la axiología bíblica. El cristiano quiere ser prudente, justo, paciente, respetuoso, en fin, virtuoso, porque ser cómo Jesús implica expresar valores como lo hacía él. Los valores deben habitar el corazón del cristiano. La praxis de la ética-cristiana comprende un buen funcionamiento de la fe. Los seres humanos tenemos libre albedrío, podemos hacer tanto el bien como el mal, pero obviamente elegimos el camino de los frutos del Espíritu Santo expuestos en Gálatas 5:22,23, donde dice que el Fruto del Espíritu es amor, gozo, paciencia, bondad, fe, mansedumbre, templanza. Un cristiano con auténtica fe actúa siempre en función de Cristo, es decir, su vida no gravita en torno a si mismo, sino que tiene como referente un paradigma ejemplar, humano, divino, que es Cristo. La axiología cristiana comprende salir fuera de la propia piel, comprende dejar de ser mezquino, egoísta, narcisista, ególatra, dejando de estar interesado únicamente en su propio bienestar, concentrando su amor, primero en Dios por supuesto, y después en sus semejantes, expresando amor altruista, empatía, humanidad, sensibilidad. El cristiano debe ser noble, benevolente, comunitario, ejemplo de fe, solidaridad, grandeza humana, debe ser como Jesús.
En un artículo titulado Jesús y la ética cristiana, el Licenciado en Filosofía. Juan Simarro Fernández, escribió a este respecto: “Los cristianos, aunque podamos hacerlo, no tenemos un tratado sistemático de ética o de moral que emane de Jesús mismo. Pero, aunque la ética de Jesús no sea un tratado sistemático, sí la podemos recopilar y, mucho más seguirla de manera práctica. Todo se debe a que la ética cristiana se da de una forma vital y en una persona: Jesús mismo. Por eso la ética cristiana hay que entresacarla siguiendo datos biográficos y ejemplos prácticos. Así, la ética cristiana se debe basar en la práctica vital diaria de Jesús. De ahí la importancia que el seguimiento de Jesús tiene en la vivencia de la espiritualidad cristiana. Así, Jesús puede afirmar: “El que no carga su cruz y me sigue, no puede ser mi discípulo” (Lc. 14:27). Por eso, la ética cristiana no es una ética aprendida, sino vivida siguiendo un ejemplo, una fe que se practica condensando toda esta práctica en torno a un lugar sagrado por excelencia: el prójimo”. (
www.protestantedigital.com).
También debo decir que la fuente de los valores cristianos es la palabra de Dios. En las sagradas escrituras se hallan los mandamientos que debemos poner en práctica para cultivar un comportamiento Cristo-céntrico. Cristo dijo que debemos escudriñar las escrituras porque la palabra de Dios da testimonio de él. La palabra de Dios nos conduce al verdadero conocimiento del bien supremo que es Dios. Cristo constituye la dicha suprema del ser humano y su beatitud, fin último y término de todas las expresiones humanas, por consiguiente, el verdadero cristiano es aquel que ama a Dios, tiene como referente de moral-cristiana a Cristo y medita en los mandamientos divinos, todo esto con el fin último de rendirle culto a Dios con nuestras expresiones de fe.

Julio césar Chávez
escritor78@yahoo.com.ar

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