miércoles, 10 de octubre de 2007

El cristiano-problema



Hay cristianos que tienen problemas y otros que son un problema. El que tiene problemas a veces desespera, se pone ansioso, malhumorado, hasta agresivo, increpa a Dios, pero como no hay mal que dure cien años ni cuerpo que lo resista, a la corta o a la larga, Dios hace que todo vuelva a su sitio y la tormenta se haga un mar de calma. En cambio, el cristiano que es un problema, aunque todo marche sobre rieles, le busca la quinta pata al gato, ve la mancha negra en el vestido blanco, ve la mitad del vaso vacío, se queja de todo y reniega de todo, en fin, reacciona de este modo porque es un problema, no tiene paz, es ansioso, y le atribuye más poder a sus problemas que a Dios. Entonces, su vida es un caos. En la vida cristiana hay cristianos que tienen problemas y otros que son un problema. Los cristianos que conocen a Dios saben que todas las circunstancias les ayudan para bien. Entendieron que mientras caminemos sobre esta tierra vamos a tener que lidiar con problemas, pero que de todas formas, Dios utiliza todo lo que nos pasa a nuestro favor. El cristiano problemático jamás anda bien, siempre pide oración por todo, mira lo negativo, ve lo que le falta y no lo que tiene. Dios no quiero que seamos un problema, Dios acepta nuestros problemas y nos ayuda a resolvernos, pero desea que confiemos en él en toda situación.
Dijo Job: "El hombre nacido de mujer, vive por pocos días, y hastiado de sinsabores". (Job 14:1). Esta declaración de Job contiene una verdad contundente. El sufrimiento es parte de la naturaleza humana. En algún momento de la vida nos abruman los problemas, sufrimientos y la pasamos mal. Somos víctimas y victimarios, sufrimos y hacemos sufrir. Y siempre aparece alguien que como la esposa de Job nos dice: "¿Aún persistes en tu integridad? Maldice a Dios, y muérete" (Job 2:9). La realidad es que debido al pecado de nuestros padres Adán y Eva el sufrimiento y la muerte ingresaron a la humanidad y tenemos que lidiar con ello. En el caso de Job se puede decir que tuvo muchos problemas, pero lo importante es que él mismo no llego a ser un problema. Él espero en Dios. Le entrego su vida. Confeso debilidades y limitaciones, increpó a Dios y lo cuestionó, pero nunca dejo de lado a Dios. Utilizó su cabeza, pensó en las soluciones, busco a Dios. Job no sufrió a causa del pecado. Sufrió por otras razones, pese a que era justo. "Ha sido un bien para mí el haber sido humillado, para que aprendiera tus estatutos", dice el Salmo 119:71.
Dios permite que aparezcan los problemas para reconducirnos a su voluntad, para reconducirnos a su senda. En segunda Corintios 12:7-10 el apóstol dice aunque el aguijón en la carne era un mensajero de Satanas, aún así Dios permitió esto para que el gran apóstol pudiera ver que Dios se la debilidad puede sacar lo mejor del hombre. Dios no quiero que seamos cristianos problemas, él desea que le permitamos que él se glorifique en nuestras debilidades, que él saque lo mejor de nosotros. A Dios le conciernen nuestros problemas. De hecho, él nos llamo a un a vida de abundancia y gozo, pero él detesta cuando somos un problema. Lo importante es él conspira a favor nuestro. "Dios es nuestro amparo y fortaleza, nuestro pronto auxilio en las tribulaciones", dice el Salmo 46:1. Los cristianos no estamos solos, contamos con la ayuda de nuestro Dios. El espíritu Santo esta con nosotros. Y tenemos su palabra. Romanos 15:4 dice "...a fin de que por medio de la paciencia y de la consolación de las Escrituras, tengamos esperanza". Tenemos problemas y muchas veces caemos cuando nos creemos más seguros y confiados, pero lo importantes que no somos un problema y Dios conspira a favor nuestro. Filipenses 4:13 dice que todo lo podemos en Cristo que nos fortalece…
Julio césar cháves
Escritor78@yahoo.com.ar

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