sábado, 19 de mayo de 2007

El Libro-Biblioteca de Dios.


La palabra Biblia proviene del griego Biblia y quiere decir libros. Biblioteca, por su parte, es un término que viene del griego biblíon y quiere decir libro, F. lugar donde hay considerable número de libros ordenados para su lectura. Ya la etimología de la palabra Biblia designa que no se trata de un solo libro sino de un conjunto de libros. Este libro esta constituido por 66 libros, escritos por unos 55 autores diversos. En esta variadísima galería de escritores, alternan estadistas, legisladores, jueces, poetas, campesinos, pescadores, filósofos, cobradores de impuestos y hombres doctos. La Biblia se halla organizada en dos secciones, el Antiguo y Nuevo Testamento. El Antiguo Testamento esta constituido por libros escritos antes del nacimiento de Cristo y el Nuevo Testamento abarca los escritos de los evangelistas y apóstoles de la era cristiana. Los primeros cinco libros de la Biblia, conocidos también como Pentateuco, contienen el relato de los orígenes de la humanidad, la creación y la historia del pueblo de Dios. El Pentateuco fue escrito por Moisés en el siglo XV A. C. Ahora bien, el último libro de la Biblia, Apocalipsis, fue escrito por el apóstol Juan hacia fines del primero siglo de nuestra era.
Es sorprendente leer la palabra de Dios y comprobar, al estudiarla y asimilarla, que pese a que sus 66 libros fueron escritos en el transcurso de 16 siglos, en épocas, culturas, estilos de vida y lugares geográficos diferentes, y en tres idiomas diferentes, conviven en todas sus páginas una coordinación, armonía y unidad sorprendentes. Son en su esencia un único libro. El contenido de los libros del Antiguo y Nuevo Testamento se hilvanan a través de sus páginas como delicados hilos de luz divina, en que se enhebran todos los temas, como iluminadoras cuerdas relucientes de verdades divinas. Ninguno de los 66 libros se contradicen entre sí, antes al contrario, todos conviven armoniosamente y se complementan para acercarnos el plan de salvación y la voluntad de Dios a todos los hombres y mujeres sobre la faz de la tierra. Si no existieran evidencias externas que comprueben la veracidad y fidelidad de la Biblia, ella por sí misma sería ya una comprobación incontrovertible de que los santos hombres de Dios hablaron siendo inspirados por el Espíritu Santo. (2 Pedro 1:21). La mente de Dios actuó como coordinadora es inspiradora de todo cuanto dejaron registrado los siervos de Dios, utilizados por meros instrumentos. En su último libro La Jornada, el Dr. Billy Graham expresó al referirse a la palabra de Dios: “El Señor nos ha hablado por medio de un libro: La Biblia. Por esto llamamos la palabra de Dios a la Biblia, porque él nos la proporcionó y nos habla a través de ella. Un escritor bíblico lo manifestó diciendo que el Señor ha “hablado muchas veces y de muchas maneras en otro tiempo a los padres por los profetas”. (Hebreos 1:1). El apóstol Pedro escribió: “Entendiendo primero esto, que ninguna profecía fue traída por voluntad humana, sino que los santos hombres de Dios hablaron siendo inspirados por el Espíritu Santo”. (2 Pedro 1:20,21). Dios nos ha hablado en palabras que podemos entender y esas palabras se encuentran en la Biblia. Podemos saber cómo es Dios porque él desea que lo sepamos, y porque él nos ha hablado por medio de la palabra escrita y el Verbo viviente: Jesucristo”. (pág. 17,18).
Efectivamente, Dios nos habla a través de su palabra y nos orienta en este mundo hacia su voluntad. Las sagradas escrituras no sólo nos aportan un pronóstico sobre los sucesos históricos del futuro sino que también nos describen el porqué de la situación del mundo actual y nos proveen de los remedios para todos los males que nos aquejan en el presente. La Biblia es un magnifico cartabón para medir la verdad y es capaz de conducirnos con toda confianza en este mundo laberíntico y nos marca el norte de nuestra existencia en este océano tempestuoso donde soplan vientos tan contradictorios. Dios ha hablado a muchas personas a través de la historia por intermedio de su palabra y nos sigue hablando a nosotros en este tercer milenio a través de su libro-biblioteca. En un artículo titulado Comprendiendo la autoridad de la Biblia, el Dr. Luís Palau escribió: “La fe en la completa autoridad de la Escritura es vital para el entendimiento de la vida cristiana auténtica y victoriosa. Es sólo a través de una fe tal que comenzamos a conformarnos a la imagen de Cristo”.

Julio césar cháves
escritor78@yahoo.com.ar

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