viernes, 16 de marzo de 2007

Familias signadas por el desamor.


Alguien dijo que la familia es la columna vertebral de la sociedad. O dicho de otro modo, la familia es la unidad básica de cualquier sociedad. De tal palo, tal astilla, dice un dicho popular. Este dicho nos habla de la influencia del hogar. Si los padres son piadosos los hijos también lo serán. Si los padres son unos mentirosos los hijos también lo serán. Los padres influencian a sus hijos con sus palabras, y sobre todo con sus hechos. Los hijos imitan a sus padres. Por tanto, los padres deben cultivar un comportamiento moral si de veraz quieren influenciar y formar a sus hijos de modo constructivo. Se dice que la madre de Nerón fue una asesina. Nerón fue influenciado por un hogar destructivo. También se dice que la madre del escritor Walter Scot era afecta a la poesía y la música. Los padres, aunque algunos quizás no estén de acuerdo, afectan a sus hijos de por vida. E. Ochoa dijo: “Es el hogar bien constituido la escuela más sana que ha de caratular la actuación del niño en el futuro”.
Hoy vivimos en una sociedad plagada de familias signadas por el desamor. Ya no hay relaciones de amor y respeto entre los miembros de la familia. Los padres no cumplen su rol y los hijos tampoco. Cada cual hace la suya. Debido a este individualismo en el hogar es que la familia tradicional se quiebra cada vez más. La comunicación familiar ya es parte de la historia. Es obvio que la desintegración familiar está desintegrando la sociedad. Los Hogares del tercer milenio se parecen a un hotel moderno donde cada uno hace la suya sin pensar en los demás. La familia está siendo destruida por el divorcio, el aborto, la irresponsabilidad de los padres, las drogas, el maltrato infantil, la pornografía, la lujuria, el adulterio, el homosexualismo y el materialismo. Pasa todo esto porque el amor en la familia, paulatinamente se está perdiendo. No hay amor. El amor responsable brilla por su ausencia. Yo creo, particularmente, que esto pasa porque hay muchos matrimonios prematuros. Carole Klein dijo: “Matrimonio: Institución maravillosa que permite a dos personas sufrir juntas las dificultades que nunca hubieran tenido si no se hubiesen casado… Prematuramente”.
Los padres con su carácter les dan forma a sus hijos. Cada padre y cada madre deben cumplir su rol de modo eficiente si quieren que sus hijos sean personas bien capacitadas para amar y para ser felices. Los padres tienen en sus manos el poder de forjar el destino de sus hijos. No hay duda de que es imprescindible que las mujeres sean puras, honorables y fieles a sus maridos, como así también que los hombres sean proveedores, sacerdotes, guías de sus hijos, fieles a sus esposas. El amor debe reinar en el hogar. Los hijos, por su parte, también deben honrar a sus padres con su conducta prudente y respetuosa. Cada uno de los miembros de la familia debe cumplir con temor a Dios su rol, pues algún día en la eternidad tendrá que rendir cuenta de todos sus actos y obras al Dios del cielo. Josué dijo: “… yo y mi casa serviremos a Jehová”. (Josué 24:15).
La familia es responsabilidad de los padres y también responsabilidad de los hijos. Formar un hogar sólido requiere no de improvisación, sino de educación cristiana y humana durante toda la vida.

Julio C. Cháves.

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